jueves, 3 de diciembre de 2015

MAFIA FARMACÉUTICA

Mis recalcitrantes convicciones socialistas nunca me permitieron conciliar, suficientemente, con la típica filosofía empresarial-capitalista occidental, pero por encima de todo mis largos años dedicados a la Industria Químico-Farmacéutica me han ido inoculando un ilimitado e "in crescente" visceral odio hacia la congénita y penosamente evidenciada deshumanización de sus máximos directivos internacionales.

Esta potente e influyente Industria (en manos, ya, de muy específicos holdings europeos y norteamericanos) siempre ha demostrado, paradógicamente,  su rotunda refractariedad y aséptica insensibilidad ante la vejante humillación que suponen las letales enfermedades que sufre el ser humano (mejor dicho, repito: sus principales dirigentes -las empresas no dejan de ser absolutamente enteléquicas).

El exclusivo objetivo que persigue cualquier gestor de tan colosales compañías no es otro que el del mero beneficio económico, la consecución de la máxima rentabilidad de los productos propios a expensas de cualquier otro tipo de consideración, para lo que se sirven de las mayores e inimaginables argucias, legales ...o no tanto.

El mercado farmacéutico ofrece sorprendentes, muy otras diferenciales y atractivas posibilidades comerciales que el resto, ¡créanme!.

Un ejemplo sería el peculiar y más extendido procedimiento de fijación de precios de sus productos en nuestro propio occidente, pues pasaría a depender del tipo de fortaleza y capacidad negociadoras de sus oficiales representantes con las corresponsables instituciones sanitarias estatales, dócilmente proclives por otra parte, a aceptar las peticiones "razonadas" de los laboratorios investigadores.

Lo he dicho en alguna otra ocasión, pero lo repetiré -no me duelen prendas-: es totalmente cierto que la investigación farmacológica requiere, habitualmente, de ingente inversión económica, así como que la estadística de éxitos resultante puede llegar a ser defraudantemente baja.

Aún así, el potencial del beneficio explotador que se obtiene ante el acierto es tan grande que sigue mereciendo la pena asumir el riesgo, como así se sigue demostrando.

En las últimas décadas el proceso investigador de síntesis medicamentosas se ha beneficiado, muy significativamente, de determinantes innovaciones, tales como el establecimiento, ya muy generalizado, de colaboración entre las grandes compañías farmacéuticas y las universidades del máximo prestigio internacional ("feedback" que se traduce en distintos sentidos: económico, desde luego, pero también científico) ...eso sí, la mayor porción del "pastel" destinado a las "fauces" de la Industria.

Como decía, los potenciales beneficios económicos para el laboratorio investigador son extraordinarios y sin parangón con ninguna otra explotación manufacturera, pues sus márgenes entre costo final y precio de venta resultan, siempre e injustificadamente, desorbitados.

Pues bien, estas omnipotentes compañías internacionales del medicamento han demostrado ya hasta la saciedad su egoísmo e insoslayable resistencia a la bajada de precios que fijan para cada país y caso (según sus profundos y certeros estudios de mercado), a pesar de cualquier tipo de contingencia, incluso epidémica.

En estos actuales momentos, cada 35 segundos muere un niño por neumonía.

Existen dos tipos de vacuna antineumocócica que se han demostrado altamente eficaces en su prevención; sin embargo un 75%  de niños en el mundo siguen sin estar inmunizados, permanecen inermes frente a tan peligrosa enfermedad ...y se sabe.

Los beneficios obtenidos hasta el momento por los dos laboratorios que las poseen se calculan en unos 28.000 millones de dólares.

Son muchas las voces que vienen solicitándoles  a los titulares de dichas patentes, la reducción del precio de estas vacunas a 5 dólares por niño, para todos aquéllos países en desarrollo y para las organizaciones humanitarias.

Parece llegada la hora de que sean los gobiernos de estos específicos países, y a fin de proteger la vida de sus niños, los que impongan parecidas condiciones comerciales a tan exclusivistas industrias … si la pretensión es seguir vendiendo sus productos en ellos.

¿Se conseguirá? ...